viernes, 28 de mayo de 2010

El chocolate del loro sí importa

Con la que está cayendo parece oportuno recordar aquel dicho popular que invoca al "chocolate del loro" para hablar de un ahorro insignificante. La historia procede de un viejo chascarrillo sobre una señora de clase alta que acabó por encontrarse al borde de la ruina a causa de sus enormes gastos. Cuando la buena mujer tuvo que pasar la tijera a su presupuesto -continúa la leyenda-, no se le ocurrió otra cosa que privar a su loro de la porción de chocolate que le daba a diario, un gesto que, por muy simbólico de fin de la opulencia, era nimio y, desde luego, no le iba a librar de la bancarrota.


La cuestión es que hay detalles que, en los tiempos que corren, dicen mucho. Así, más allá del aspecto meramente cuantitativo (¡que también! porque recordemos que muchos "pocos" pueden hacer un "mucho"), parece razonable que a la hora de recortar gastos públicos se piense en esos gastos superfluos y prescindibles como: coches oficiales, algunos altos cargos y asesores, fusión de algunos ministerios y consejerías autonómicas, una rebaja en el sueldo de los políticos, bajar las subvenciones a los partidos, un impuesto especial a las grandes fortunas, algunas funciones y ayudas a nivel central y autonómico que se solapan, etc, etc.

En definitiva, que la suma de muchos chocolates del loro pueden significar algo más que simples ahorros cosméticos, ¿ o no?.

Más información: El País

domingo, 16 de mayo de 2010

La caída de precios en más de la mitad de los productos reaviva el fantasma de la deflación


Más de la mitad de los productos que el Instituto Nacional de Estadística usa para calcular el Índice de Precios al Consumo se ha abaratado en el último año por la grave recesión que ha sufrido España hasta el arranque de este 2010, lo que a su vez ha llevado a la inflación subyacente a caer por primera vez desde que hay datos comparables y reaviva el fantasma de la deflación.

Según ha informado el INE el pasado viernes , 32 de las 57 productos que componen la cesta de la compra empleada para fijar la evolución de los precios están a cierre de abril por debajo de su nivel de hace un año. Sobre todo, la leche, el azúcar, la fruta, el pollo y los medicamentos, que cuestan ahora entre un 8% y un 4,5% menos que en abril de 2009. No obstante, el encarecimiento en un 8% de los transportes por la subida de los carburantes ha enjugado estos descensos y ha permitido al IPC subir una décima en tasa interanual en el último mes hasta el 1,5%. El dato supone su nivel más alto desde noviembre de 2008, cuando alcanzó el 2,4%.

Donde sí se nota el recorte es en la inflación subyacente, que no incluye los productos más volátiles como los energéticos y los alimentos frescos (no elaborados) y que, por tanto, mejor refleja el efecto de la relación entre demanda y la oferta entre los precios. Este índice ha bajado en abril por primera vez que hay datos comparables desde 1986 por la debilidad de la demanda. Un extremo que ni siquiera se había registrado durante los ocho meses que el IPC registró tasas negativas entre marzo y octubre de 2009.

Frente a marzo, el cambio de temporada en vestido y calzado, los carburantes y la subida del gas en la vivienda han hecho que los precios aumentasen un 1,1% en tasa intermensual, su segunda subida consecutiva tras el alza del 0,7% de hace dos meses y el recorte del 0,2% registrado en febrero.

Según sus previsiones, el IPC cerrará el año en el 2,1%, una décima por encima del objetivo oficial de Bruselas.

Después de todo lo anterior, ¿será un problema, a corto plazo, para España la deflación?; ¿lo será la inflación?; o, tal vez, ¿ninguna de las dos porque antes hay que resolver otros problemas más urgentes?.

Más información: El País Cindo Días

domingo, 9 de mayo de 2010

Pasar el déficit público español del 11,2 % (2009) al 3 % (2013): ¿misión imposible?

Esperemos que no. La intención, en palabras de nuestro presidente José Luis Rodríguez Zapatero, parece estar clara. Y es que, dada la situación actual de Grecia (terminó 2009 con un déficit cercano al 14 %), no nos queda otra. La pregunta es: ¿cómo?.
Lo cierto es que no parece fácil combinar reducción del déficit y crecimiento del PIB.

Hasta ahora, los déficits previstos eran del 9,8% del PIB para 2010 y del 7,5% para 2011. Con el recorte adicional que hoy ha anunciado nuestra ministra de Economía, Elena Salgado, las cifras quedarán previsiblemente en el 9,3% y el 6,5% respectivamente.

El presidente del Gobierno, , comparecerá el próximo miércoles ante el pleno del Congreso de los Diputados para exponer el plan del Ejecutivo para reducir el déficit público e informar de la situación creada por los ataques de los especuladores en los mercados financieros.

Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) no oculta que la situación que se vive en Europa es seria. Por eso insiste en que es importante que los socios del euro con problemas de déficit apliquen con "diligencia" las medidas de ajuste para evitar el contagio. Eso sí, el FMI precisa que el escenario español o portugués es muy distinto del griego.


Más información: El País

lunes, 3 de mayo de 2010

La inflación aumenta en abril y se sitúa en el 1,6%

El índice de precios al consumo armonizado (IPCA, que mide con el mismo criterio la tasa de inflación en los países de la zona euro) subió en abril una décima respecto a marzo, situándose en el 1,6% interanual. Así lo avanzó el pasado día 29 de abril el Instituto Nacional de Estadística. El dato de abril supone el sexto registro positivo interanual. La inflación general (IPC) de abril se conocerá el 14 de mayo.

Uno de los factores del alza de precios bien puede ser el prolongado encarecimiento de los carburantes. El barril hace un año costaba 51,89 dólares; ahora, 85,55 dólares. Otra de las causas del incremento es la estabilidad en el precio de los alimentos.

El coste de ambos -carburantes y alimentos- bajó considerablemente en marzo de 2009, cuando el IPC registró números negativos. Después los precios han ido recuperándose poco a poco, volviendo a niveles previos a la crisis.
Más información: El País