domingo, 14 de febrero de 2016

La OIT dice que el paro en España tardará 10 años en volver a niveles anteriores a la crisis

La tasa de paro descenderá hasta el 19,5% en 2016, desde el 21,18% actual (enero-2016), y caerá dos décimas adicionales en 2017, hasta el 19,3%, según el anexo dedicado a España dentro del informe 'Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo: Tendencias 2016' de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La organización señala que se trata de una "modesta mejora" y anticipa que, de mantenerse la tendencia observada en la tasa de desempleo de los últimos años, "España tardaría al menos 10 años en volver a los niveles de antes de la crisis" (en febrero 2007 estaba en el 8 %).

Concretamente, el número de parados registrados en las Oficinas del SEPE aumentó en enero en 57.247 personas y la cifra total se sitúa en 4.150.755, aumentando en quince comunidades autónomas, entre las que destacan Andalucía (9.254), la Comunidad de Madrid (7.978), y Galicia (7.639). Por el contrario, disminuyó en Canarias (-1.545) y en Baleares (-811).

A nivel mundial, y entre los países de la OCDE, la mayor tasa de paro correspondió a Grecia, con un 24,5% en octubre, por delante de España, con un 20,8% en diciembre, mientras los menores niveles de desempleo se observaron en Japón, con un 3,3%, y Corea del Sur, con un 3,4%.

 El director del Instituto Internacional de Estudios Laborales de la OIT, Raymond Torres, ha señalado que el crecimiento económico en España "es real" y está llevando a una reducción del desempleo, en un entorno de interés y precios del petróleo "favorable". Sin embargo, ha añadido que "los desafíos aún siguen siendo importantes y la situación es de las peores en el mundo desarrollado" si se atiende a parámetros actuales como las tasas de temporalidad, el desempleo juvenil o la pobreza laboral. "No hay un problema en la creación de empleo, sino en su calidad", ha dicho Raymond.
En este sentido, el director de la oficina de la OIT en España, Joaquín Nieto, ha asegurado que "en España hay recuperación económica sin recuperación social".
Raymond dice que las políticas activas de empleo "no han cobrado nunca el protagonismo necesario", porque los servicios públicos de empleo "no están a la altura de las circunstancias, no pueden con el volumen de desempleo", ya que se han reducido los orientadores cuando debería haber 1 por cada 80 desempleados.
Raymond dice que hay que poner en marcha políticas de apoyo al desempleo juvenil y a los parados de larga duración. También una progresividad de la tributación fiscal para que las empresas paguen impuestos en función de sus ganancias y acabar con el "oligopolio en el mercado energético", que explica el alto precio de la energía en España perjudicando a las clases bajas y a la creación de empleo.

Más información: publico.es    expansion.com   prensa.empleo.gob.es  

¿Qué podemos hacer los españoles contra el cambio climático?

Según Julio Lumbreras, profesor titular de la Escuela de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid y representante de España en el grupo de trabajo de modelización ambiental integrada (dentro del Convenio de Ginebra de Naciones Unidas), cualquier actuación debe ir en dos direcciones: continuar con medidas de reducción de emisiones en la industria y tomar soluciones drásticas, que cambien la tendencia en sectores donde los ciudadanos jugamos un papel crucial.
Para ello, se hace necesario apostar por lo siguiente:
  1. Respecto a la industria, seguir tomando medidas que favorezcan la implementación de energías renovables, la cogeneración industrial y la eficiencia energética.
  2. En la edificación habría que tomar medidas de ahorro energético mediante cambios de aislamiento y envolvente, de uso de la energía solar térmica como apoyo a la calefacción, de electrificación y de consumo energético responsable (por ejemplo, implantando urgentemente los contadores energéticos individualizados o ajustando las temperaturas de climatización).
  3. En la gestión de residuos habría que desarrollar una ley ambiciosa para reducir la generación de residuos domésticos, fomentando la reducción de envases y apostando por la reutilización y el reciclaje.
  4. El transporte de pasajeros y, en particular el de turismos, pasaría por un uso masivo del vehículo eléctrico, cosa que no parece inmediata, pese a sus evidentes ventajas económicas y ambientales. Por tanto, una reducción significativa de las emisiones sólo se podría alcanzar con unos estrictos límites de emisión a los fabricantes junto a un sistema que desincentive el uso del vehículo privado.
  5. Habilitar algún sistema para que aumente el porcentaje de energía renovable en el transporte. Y, si no, el sector tendría que contribuir económicamente para que ese aumento de renovables lo consigan otros. No es lógico que la electricidad asuma el grueso de los objetivos de renovables en España y tenga que pagarlo con un aumento de sus costes, mientras los combustibles fósiles bajan de precio.
Como se aprecia, el desafío es mayúsculo. Supone un esfuerzo titánico, pero posible. Los gobiernos tienen la responsabilidad de tomar medidas para reducir las emisiones, según los acuerdos de París, a la vez que sirven de ejemplo y orientación. Pero la llave del cambio está en nuestras manos, en las de los ciudadanos, ya que nosotros somos los que podemos variar de estilo de vida sin renunciar a un bienestar deseable. Un cambio que vislumbra grandes oportunidades como la generación de empleo, la mejora de nuestra salud y de los modelos de relaciones. Ahora es el momento. Es posible y depende de nosotros. En este sentido, ¿se te ocurre alguna actuación concreta que podrías incorporar a tu vida cotidiana?.

Más información: elespañol.com 

martes, 19 de enero de 2016

España, el 2º país de la UE donde más crece la desigualdad entre ricos y pobres.

La distancia entre ricos y pobres ha crecido y en 2015 el 1 % de la población mundial concentró tanta riqueza como el 80 % de los más desfavorecidos. En 2015, 62 fortunas poseían la misma riqueza que 3.600 millones, la mitad más pobre de la humanidad. En cuanto a países concretos, España es la nación de la OCDE en el que más ha crecido la desigualdad desde el inicio de la crisis, tan solo por detrás de Chipre y superando hasta en catorce veces a Grecia, según el informe "Una economía al servicio del 1 %" que ha publicado Oxfam Intermon.
La ONG asegura que la pobreza y la exclusión en España han aumentado "de manera alarmante" en los últimos años, con 13,4 millones de personas en riesgo de exclusión en el año 2014 (el 29,2 % de la población española). El patrimonio de estas grandes fortunas españolas se incrementó un 15% en el último año, mientras que la riqueza del 99% restante cayó un 15% en el mismo periodo.

España, según datos de Eurostat, es de los países en los que más ha aumentado la desigualdad desde el inicio de la crisis, casi 10 veces más que el promedio europeo. España es el segundo país de la Unión Europea en el que más ha crecido la distancia entre rentas altas y bajas, sólo por detrás de Estonia, y entre 2007 y 2014 el salario medio español se desplomó un 22,2 %. Además, según los datos de la OCDE, los hogares más desfavorecidos son los que han sufrido una mayor caída de los ingresos durante la crisis, y el salario de los más ricos es 18 veces superior al del 10 % más pobre. 

Oxfam Intermón ha presentado estos datos de cara al Foro Económico Mundial (WEF) que se celebrará en Davos (Suiza) del 20 al 23 de enero y en el que exige que se trabaje por "sociedades más redistributivas y con un claro esfuerzo hacia la justicia social".

Más información: elconfidencial.com  publico.es