

En cualquier caso, está claro que estamos hablando de empresas privadas y que, en principio, pueden decidir lo que les de la gana. Pero, no obstante, todo tiene o debería tener un límite. Habría que analizar detenidamente el impacto social de estas medidas y exigir responsabilidades sociales a las direcciones de ambas compañías puesto que, seguramente, ellas también se han beneficiado de ayudas de diverso tipo durante el tiempo que han estado en España. Justo es que ahora se lo piensen dos veces antes de tomar este tipo de decisiones, ¿o no?
Más información: El Mundo 1 El Mundo 2