La situación del mercado laboral español es muy complicada. Las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA), publicadas ayer por el INE y respecto a 2008, son desoladoras se miren por donde se miren. Sólo en el último trimestre del año pasado se destruyeron casi medio millón de empleos y en todo el ejercicio, 620.100. Prácticamente todo el empleo destruido fue entre hombres, de nacionalidad española, que trabajaban en la construcción o la industria. Esto, junto a una fuerte incorporación de mujeres que buscan empleo, ha disparado la tasa de paro al 13,9%, la mayor en nueve años, con 3,2 millones de desempleados.
España registró casi cuatro millones de parados a finales de 1993 (año de la última gran crisis). Pero 2008 registró el triste récord de ser el año en el que el mercado laboral se deterioró más rápido. Sólo en el último trimestre se destruyeron los mismos empleos que en todo 1993 y los parados crecieron el doble.
Por otro lado, el paro juvenil parece ser de lo malo lo peor, ya que siete de cada diez empleos destruidos en el último trimestre estaba ocupado por un menor de 29 años. Así, la tasa de paro de aquellos que tienen entre 20 y 24 años es del 25% y del 46% en los menores de esta edad.

¿Posibles soluciones?. Como diría un gallego respectos a las "meigas": "haberlas hailas". Ahora bien, "recetas mágicas" ninguna.
A la vista de lo escuchado y leído se me ocurren 3 cosas:
Ser positivos, ver "el vaso medio lleno", pensar más en términos de "empleo" (aún tenemos unos 19.800.000 puestos de trabajo) y menos en términos de "desempleo".
Que los esfuerzos financieros realizados por la administración pública hagan llegar realmente los dineros necesarios a quiénes más lo necesitan: las pymes.
Se hacen necesarios algunos cambios normativos en materia laboral dirigidos, también y de forma especial, a las pymes. ¿Y para qué?: pués para que éstas, como motor del empleo y la economía en nuestro país, se sientan animadas para actuar como siempre lo han hecho en una sana "economía de mercado", esto es, despidiendo o no contratando al que no necesitan y contratando al que sí necesitan.